29 de abril de 2024

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El pueblito argentino elegido entre los más lindos del mundo – Diario Norte

Un pueblito argentino ubicado en el corazón de las sierras de San Luis recibió el reconocimiento ‘Best Tourism Villages» a los pueblos turísticos más lindos del mundo.
En el marco de la Asamblea Ordinaria de la Organización Mundial del Turismo de Naciones Unidas (OMT), una localidad puntana fue destacada por su belleza paisajística, el compromiso del lugar y su gente con los recursos culturales y naturales, la sostenibilidad y el desarrollo turístico.

En una ceremonia celebrada en Samarcanda, Uzbekistán, La Carolina, en la provincia de San Luis, fue elegido como uno de los ocho pueblos más hermosos del planeta.


‘Best Tourism Villages» es una iniciativa que reconoce a los pueblos que constituyen ejemplos notables de destinos de turismo rural con valores culturales y naturales reconocidos que preservan y promueven los valores, productos y estilos de vida rurales y comunitarios.


El pueblo de La Carolina, en San Luis, es una larga callecita rústica, rodeada de casas de piedra que conservan el estilo colonial y la nostalgia de haber sido cuna de los míticos buscadores de oro, fiebre que sólo dejó bocaminas, excavaciones y viejas historias de mineros.


Hoy, convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la provincia de San Luis, el lugar atrae a grandes y chicos por sus opciones:

·         expediciones al interior de las minas

·         visitas a la Iglesia de Piedra

·         cabalgatas

·         recorrida por la gruta con pinturas rupestres

·         la histórica Casa de Juan Crisóstomo Lafinur, actualmente Museo de la Poesía Manuscrita

Con poco más de 300 habitantes, recostado al pie del Cerro Tomolasta, a una altura de más 1600 metros sobre el nivel del mar y en el centro mismo de las sierras sanluiseñas, recorren el pueblo en forma de cuña dos cauces de agua, el Río Amarillo y el río Las Invernadas, que se unen formando el río Grande y le dan al pueblo su característica semblanza dorada, con brillos de transparencia.



La Carolina es una pequeña localidad ubicada en el corazón de las Sierras Centrales. A tan solo 83 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Luis, guarda la cultura de los primeros mineros del país.

Desde Potrero de los Funes hasta el destino hay aproximadamente 70 kilómetros. Durante el recorrido, se puede apreciar hermosos paisajes como el dique Cruz de Pie. A lo largo de la ruta 9 se podrá observar el Valle de Pacanta y se podrá disfrutar de toda la naturaleza que la región ofrece.


Hacia 1785, Don Tomás Lucero encontró oro en aquel poblado perdido entre los cerros. En 1792, para evitar una mayor oleada de aventureros en busca del preciado metal, el entonces gobernador Marqués de Sobremonte intervino las minas y bautizó el lugar como «La Carolina» en honor al rey Carlos III.

Desde entonces, socavones, excavaciones y respiraderos conviven en aquel paisaje, transformados por el paso del tiempo y las vertientes, que dejaron estalactitas de colores, todo a lo largo del camino hacia las profundidades.

El paseo por el interior de las minas se puede realizar todo el año. Para la excursión se provee de vestimenta adecuada, cascos con linterna y botas de goma. Pueden verse antiguos instrumentos de trabajo, formaciones internas del cerro, respiraderos y fallas geológicas, en un paseo imperdible de 400 metros hacia el centro mismo de la montaña.


A través de la gestión y postulación de la Secretaría de Turismo de la Provincia y el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, La Carolina participó en esta iniciativa de la UNWTO que tiene como objetivo visibilizar experiencias y roles de la actividad turística en el desarrollo local desde sus dimensiones sociales, ambientales y económicas.

La iniciativa también reconoce a los pueblos que fomentan el turismo como uno de los motores del desarrollo real y el bienestar de las comunidades, un compromiso con la sostenibilidad en todos sus aspectos: económico, social y ambiental.

Las localidades deben tener baja densidad demográfica (hasta 15 mil habitantes), estar situados en un paisaje natural y/o cultural característico y compartir valores y estilos de vida propios de la región puestos en valor turístico, entre otros factores que hagan al desarrollo del turismo.

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