El cumpleaños de la Constitución – Diario Chaco

Abogada. Profesora de Derecho UNNE. Resistencia-Chaco
El próximo 1 de mayo es el aniversario de la jura de la Constitución Nacional.

Estos últimos días hemos escuchado que en la sociedad argentina es necesario un Nuevo Pacto para generar reglas claras de convivencia a fin de salir adelante por el nivel de agresividad en los que nos hallamos inmersos.

La República Argentina nace como tal a partir de la jura de la Constitución de 1853, porque antes reinaba por estas tierras la Anarquía producto de que una vez expulsados los Realistas, los distintos Caudillos que gobernaban las provincias existentes querían imponer su punto de vista en cuanto a la organización, sin querer ceder parte del poder, generando así una lucha de todos contra todos (aunque a veces los ejércitos respondían a alguna Alianza provisoria que daba la sensación de estar más organizados y no sólo agrupados).

Hubo batallas, muertes, hambre, rehenes, avivados que se enriquecieron a costa de otros y falta de educación e higiene, por lo tanto, también falta de salud. 

El costo de esta etapa fue muy grande, pero luego de este proceso doloroso vino la Sanción de la Constitución Nacional con representantes de las provincias fundantes (a excepción de Buenos Aires que se iba a adherir unos años después con algunas condiciones) y en base al Anteproyecto de Alberdi que defendía a capa y espada su lema «Gobernar es Poblar».

El cambio no fue inmediato, llevó mucho trabajo, esfuerzo, diálogo y predisposición, pero 50 años después la República Argentina era considerada una de las potencias más pujantes del globo terráqueo porque teníamos reglas claras que eran valoradas y respetadas.

Sabíamos que pase lo que pase, gobierne quien gobierne, el plan de gobierno sería el Preámbulo de la Carta Magna. Que nos había costado muchísimo la unión nacional y por eso siempre íbamos a buscarlo en torno a valores, principios y normas constitucionales; que todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino serían recibidos con los brazos abiertos (para que vengan a poblar, trabajar, ejercer industria lícita) con la idea de un contrato social abierto al que podrán unirse quienes así lo desearan. 

Todos buscábamos defendernos entre todos consolidando una paz interior primero y así estar más cerca de otro de los objetivos que era asegurar los beneficios de la libertad, siempre valorando el sistema Representativo, Republicano y Federal que desde el primer artículo nos comprometimos a respetar.

Y ahí creo que radica nuestro primer traspié. Gran parte de la sociedad del país no se siente representada actualmente, prueba de ello es el surgimiento de figuras por afuera de los Partidos Políticos. Se ha violado sistemáticamente el sistema Republicano, toda vez que las mismas caras (amparándose en encuestas que dan cuenta el nivel de conocimiento de esa persona en la sociedad) ocupan cargos. 

A veces los mismos, a veces van rotando conforme el cargo permita o no la reelección, lesionando la periodicidad en las funciones. Y ni que hablar del federalismo, que se hizo añicos hace años cuando algunos decidieron alinearse conforme látigo y billetera, dejando de lado intereses y principios básicos de defensa de sus provincias.

Últimamente, -y desde hace unos años- nos da la sensación de estar metidos en el barro, no podemos ver claramente, tratamos de salir dando manotazos, resbalando una y otra vez con los mismos obstáculos, sin saber claramente quien o quienes nos guían con la verdad desde la aparente claridad que sólo un estadista puede tener.

Lao Tsé (filósofo chino) dijo alguna vez: Ten paciencia. Espera que el barro se asiente y el agua se aclare. Permanece quieto hasta que la acción correcta surja por sí sola. Yo me animaría a agregar que quieto no quiere decir paralizado.

Esbozar un nuevo pacto desde el barro sólo traerá confusión y excluidos. No estamos para malgastar oportunidades. La Nación está acechada por la anarquía, la concentración del poder en unos pocos que nos tiene de rodillas en el fango y aleja a las partes del diálogo tan necesario para la vida.

La Flor de Loto crece si hay barro, y eso significa que aún en condiciones tan desfavorables y con tanto sufrimiento se puede llegar a la vida. Podemos lograr los objetivos que nos trazamos hace casi 200 años buscando y privilegiando el espíritu de Nación por encima de los intereses individuales, como símbolo de sabiduría.

Por eso creo que no necesitamos nuevo pacto, no necesitamos nuevas reglas. Necesitamos honrar el que tenemos desde hace 170 años y que se llama Constitución Nacional. La carta Magna que nos convirtió en República y que en algún momento nos llevó a ser potencia y ejemplo de civilidad.

No decidas con miedo, rabia o enojo. Es momento de creer en nosotros mismos. Yo no quiero darme por vencida, no quiero renunciar a la vida democrática que exige diálogo, consenso y renuncia en pos de un bien superior que es la vigencia del estado de derecho.

¡Feliz Cumpleaños Constitución Nacional! Ojalá esta vez decidamos honrarte.

 Elina Viviana Nicoloff. Profesora de Derecho UNNE. Resistencia-Chaco
Abogada. Profesora de Derecho UNNE. 
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