Pidieron revertir la prisión domiciliaria otorgada al acusado por un femicidio en Orán

Familiares y amigos de Nahir Klimasauskas, la joven de 26 años que el 19 de febrero pasado murió al caer del cuarto piso de un edificio de la ciudad de Orán, en el norte salteño, y por cuyo femicidio había sido detenido su pareja, reclamaron que se revierta la resolución de un juez que benefició al acusado con la prisión domiciliaria y aseguraron que el hombre ya «intentó escapar» apenas ocurrió el hecho y que podría volver a ocurrir.

“Estamos tratando de revertir la prisión domiciliaria de Gustavo García Viarengo. La fiscalía apeló esta decisión y nosotros, mi exesposa y yo, que somos querellantes, hicimos lo propio con nuestro abogado en Orán, Ramón Leal”, expresó a Télam el padre de la víctima, Rubén Klimasauskas.

Su hija, Nahir (26), cayó del cuarto piso, al patio interno de un edificio céntrico de la ciudad de Orán, situada a 270 kilómetros al norte de la capital salteña, el domingo 19 de febrero pasado, cerca de las 8.

Por el hecho, fue detenido García Viarengo (30), imputado como autor del delito de «homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género», y la semana pasada el juez de Garantías 1 de Orán, Francisco Oyarzú, le otorgó la prisión domiciliaria.

El padre de la víctima contó que el día del hecho, él se encontraba en Salta cuando lo llamó su exesposa y madre de Nahir, quien le informó que su hija había sufrido una caída mortal, y que al parecer se trataba de un suicidio.

“Salgo para allá y en el viaje me voy enterando de detalles como que mi hija cayó de espaldas, y es muy difícil que el suicida se tire de espaldas”, sostuvo, tras lo que apuntó que “cuando ella cayó, él (por García Viarengo) bajó por el ascensor, se acercó al cuerpo, se agachó, tomó algo y se fue. Todo eso quedó registrado en las cámaras”.

El padre de la joven asesinada detalló: “Ni siquiera comprobó cómo estaba mi hija. Se fue a la frontera con Bolivia, a la casa de un pariente, que fue el que lo llevó de vuelta a Orán, donde luego fue detenido”, tras lo que «la fiscal le pidió al juez que dicte la prisión preventiva”.

El juez Oyarzú consideró que los argumentos de la fiscalía “no le alcanzaban para decidir» la prisión preventiva, y mientras la fiscal apelaba esa decisión, “de manera arbitraria y contradictoria», le otorgó el beneficio para que continúe en su casa con el arresto.

“De la autopsia surgen los elementos más relevantes que aseguran que esto no se trató de un suicidio”, explicó el padre, y precisó que ahora ya podemos decir que fue arrojada o empujada, porque su cadáver tenía laceraciones y heridas en las manos, compatibles con haber estado suspendida, tratando de sostenerse de la mampostería».

Luego, contó que el informe de la autopsia también revela que “la zona genital tenía lesiones compatibles con haber tenido un encuentro sexual violento”.

“El juez le da la prisión domiciliaria a un tipo que se trató de escapar; que no quiso declarar; y que violó a mi hija. Es una cosa de locos, y esto no es una opinión subjetiva, sino que consta en la causa, en el informe de la autopsia, que es neutro, imparcial, y solo dice lo que pasó”, sostuvo.

El 23 de febrero pasado, el procurador general de la provincia de Salta, Pedro García Castiella, creó una Unidad Fiscal de Investigación por la complejidad de la causa, a cargo de la fiscal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras; y el fiscal penal 1 de Tartagal, Pablo Cabot, quienes asumieron de manera conjunta la investigación y la semana pasada apelaron el arresto domiciliario.

Para darle fuerza a su reclamo, familiares y amigos de Nahir lanzaron una campaña de recolección de firmas (www.change.org/JusticiaPorNahir).