Zaffaroni pidió por una reforma en la Corte para que sea «federal» y con «paridad de género»

Hay «miles de jueces» que no tienen «nada que ver» y ejemplificó con el veredicto que tomó la jueza federal de Chaco, Zunilda Niremperger, en relación al caso de la Masacre de Napalpí.

El exministro de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni afirmó hoy que la Justicia tiene «un defecto institucional en la cúpula» al considerar que este tribunal debe ser «federal» y con «paridad de género» y criticó a su vicepresidente, Carlos Rosenkrantz, por tener una «concepción elitista» sobre los derechos de la personas. «Tenemos un Poder Judicial con graves defectos institucionales y nunca se los trató de corregir», señaló Zaffaroni en una entrevista concedida a Radio Nacional. Y agregó: «Hay defectos en la estructura institucional de la cúpula de la Justicia».

El exjuez de la Corte (2003-2014) pidió por una reforma del máximo tribunal que asuma la arquitectura institucional del «sistema europeo continental», ya que con el vigente actualmente en el país «hay 24 interpretaciones diferentes del código», cuestionó. «Necesitamos un sistema que unifique jurisprudencia, una Corte Suprema de Casación y después un órgano de control constitucional», planteó al proponer reformas que solo pueden realizarse mediante una reforma de la Carta Magna.

«Necesitamos una nueva, pero cada vez que uno habla de eso los políticos se ponen nerviosos», reconoció. «En el marco de la Constitución vigente, una Corte federal y con paridad de género creo que es importante», remarcó.

Por otro lado, Zaffaroni criticó los dichos de Rosenkrantz, quien hace dos semanas aseguró que «no puede haber un derecho detrás de cada necesidad», declaraciones que apuntaron contra una frase histórica atribuida a Eva Perón. «Si uno entiende la necesidad como tener trabajo, poder comer, poder instruirse, tener una vivienda decente, lo que dice Rosenkrantz es una aberración», replicó Zaffaroni.

En el mismo sentido, acusó al juez de la Corte de tener «una concepción elitista» e ironizó sobre lo que el vicepresidente del alto tribunal podría considerar una ‘necesidad’. «Si uno define la necesidad como un auto de alta gama, entonces sí tiene razón», dijó Zaffaroni.

En otro orden, consideró que en América Latina «se reiteraron» los casos de persecución judicial (lawfare) a sectores políticos pero «con distintas características». «Si uno ve el lawfare contra Cristina Fernández de Kirchner hay cuatro jueces. Es una minoría colocada en posiciones muy estratégicas dentro de la estructura», dijo sobre esos magistrados, a los que ubicó «sobre todo en la Justicia Federal de la Ciudad de Buenos Aires». Además de representar «persecución política», Zaffaroni subrayó que los casos de lawfare no sólo implican «blindaje judicial para uno» y «encubrimiento para otro», sino que también uno de sus objetivos es «inventar causas».

En este sentido, el exjuez hizo alusión a los encuentros que los camaristas de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos mantuvieron con el expresidente Mauricio Macri en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos. «Se entrevistaron 15 o 20 veces con el Presidente. Las explicaciones fueron que uno tenía una vieja amistad y que otro iba a jugar al paddle», recordó Zaffaroni. Y sobre ese tema añadió: «Conforme a las decisiones que tomaban el Presidente los felicitaba públicamente», objetó.

Sin embargo, Zaffaroni resaltó que hay «miles de jueces» que no tienen «nada que ver» con este tipo de accionar. «La Justicia de Argentina, si se la mira desde abajo, no funciona tan mal, pero si se la mira desde arriba es un desastre», diferenció.

Zaffaroni ejemplificó con el veredicto que tomó la jueza federal de Chaco, Zunilda Niremperger, en relación al caso de la Masacre de Napalpí. «Hay jueces en el país, hay un destello de luz», valoró en relación a la sentencia que reconoció la responsabilidad del Estado en el fusilamiento de 400 integrantes de las etnias Qom y Moqoit por parte de fuerzas estatales en 1924.

Sobre el hecho de que el actual presidente de la Corte, Horacio Rosatti, sea también quien presida el Consejo de la Magistratura, Zaffaroni indicó que representa un «manotazo de ahogado» para que la el máximo tribunal «pueda apoderarse» de ese organismo. «En el Derecho comparado, el Consejo de la Magistratura es un órgano de gobierno del Poder Judicial, que evita la corporativización», explicó Zaffaroni y agregó: «Acá el Consejo administra y gobierna la Corte, ya empezamos mal con esa definición».

Fuente: Télam