Trudeau fue reelecto en Canadá, pero no pudo con conservadores y pandemia y gobernará en minoría


El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, fue reelecto en las elecciones de ayer pero deberá armar un Gobierno en minoría, ya que no logró superar los duros escollos que resultaron su rival conservador, el moderado Erin O’Toole, y el desgaste que le produjo la gestión de la pandemia de coronavirus. Según los resultados preliminares publicados por Elections Canada, que organiza la votación, el Partido Liberal obtendría 158 escaños, por debajo del umbral de 170 necesarios para obtener la mayoría.


Por eso Trudeau debe ahora negociar con los partido más pequeños, como el Nuevo Partido Democrático (NDP, izquierda, 25 escaños), o el Bloc Québécois, un partido independentista de la región francófona de Quebec (34 escaños). «Ustedes (los canadienses) nos están mandando a trabajar con un mandato claro para salir de esta pandemia hacia un futuro mejor», declaró el premier hoy en su discurso de victoria, rodeado de sus tres hijos y su esposa, la expresentadora de televisión Sophie Grégoire.


Trudeau asumirá entonces su tercera gestión como premier desde 2015, y la segunda en minoría. Al líder canadiense de 49 años no le resultó la jugada que adoptó en agosto de adelantar los comicios, en la creencia de que la gestión de la pandemia y sobre todo la invasión de vacunas contra la Covid-19 que logró para su población -en una cantidad calificada como excesiva por observadores internacionales en relación a la escasez de fármacos que afecta a los países más pobres-, alcanzarían para depositarlo en una nueva administración en mayoría.


Tras un inicio bastante favorable y unas encuestas alentadoras, se encontró con una campaña especialmente complicada. El desgaste del poder se notó y la «Trudeaumanía» de su primera elección en 2015 quedó lejana. En el terreno, tuvo que enfrentarse a multitudes de manifestantes furiosos por las medidas sanitarias frente a la pandemia. Uno de ellos incluso le arrojó piedras.


Durante una difícil campaña de 36 días, llamó a votar estratégicamente, afirmando que el regreso de los conservadores sería sinónimo de un paso atrás, especialmente en el tema climático, recordó la agencia de noticias AFP. O’Toole aceptó su derrota, pero dijo que los canadienses «no dieron al señor Trudeau el mandato mayoritario que quería» y destacó que los conservadores se alzarían con al menos 119 bancas.


«De hecho, los canadienses lo pusieron nuevamente (en el poder) con una nueva minoría a un costo de 600 millones de dólares (canadienses, unos 470 millones de dólares estadounidenses) y mayores divisiones en nuestro gran país», dijo, en una crítica al adelantamiento de las elecciones. De todos modos, O’Toole, de 48 años, fue también señalado por haber apoyado la relajación muy temprana de las restricciones de salud pública en Alberta y en otras dos provincias dirigidas por los conservadores, en las que ahora hay brotes que fuerzan a los abrumados hospitales a transportar a los pacientes a otros centros de salud del país.


Durante la campaña, los contendientes se enfrentaron en temas como el cambio climático, la reconciliación indígena, la vivienda asequible, las vacunaciones obligatorias contra la Covid-19 y los pasaportes de inmunizados. En los debates Trudeau no brilló y recibió duras críticas de sus contrincantes que denunciaron implacablemente sus estratagemas políticas, especialmente su decisión de convocar las elecciones en plena pandemia mientras el parlamento funcionaba, pero también su inacción en materia medioambiental o política exterior.


«Canadá era un país con una fuerte personalidad internacional, pero con Trudeau estamos más en el asiento de espectador que actor», opinó a AFP Jocelyn Coulon, investigador en Relaciones Internacionales y exconsejero del primer ministro. A su llegada en 2015, sin embargo, el mundo entero había observado con interés, incluso admiración, los primeros pasos en el poder de este líder que proclamó que Canadá estaría de vuelta en la escena internacional.


Nacido el 25 de diciembre de 1971, Trudeau, hijo mayor del carismático Pierre Elliott Trudeau, exprimer ministro fallecido en 2000, estudió Literatura Inglesa y Ciencias de la Educación, antes de encontrar su camino: boxeador aficionado, instructor de snowboard y profesor de inglés y francés. Pero, al final, siguió los pasos de su padre al entrar en la política en 2007 y ser elegido diputado por Montreal en 2008. Cinco años después, se convirtió en el líder de un partido liberal en horas bajas.


Como jefe del Ejecutivo, legalizó el cannabis, instauró la eutanasia, impuso una tasa al carbón, permitió la acogida de decenas de miles de refugiados sirios y firmó una versión modernizada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Alena). Pero su mandato estuvo salpicado por escándalos que perjudicaron su imagen.


A fines de 2007 fue acusado por la Comisión de Ética de haber ido dos veces con los gastos pagados del anfitrión a la isla privada del Aga Khan en Bahamas. Además, un informe oficial lo inculpó de conflicto de intereses en 2019 por presionar a su ministra de Justicia para que interviniera en un caso contra una empresa de Quebec por corrupción.


Fuente: Télam