Sufría violencia de género, atacó a su expareja y ahora va juicio por tentativa de homicidio


Elisa Molina (37), madre de cuatro hijos y con prisión domiciliaria desde hace más de un año, enfrentará el proceso oral que comenzará este miércoles. Podría recibir una pena de hasta 20 años de cárcel, a pesar de que aseguró haber sido víctima durante muchos años de violencia de género

Elisa Molina será juzgada a pesar de haber sido durante años víctima de violencia de género


Elisa Molina, de 37 años, comenzará a ser juzgada por el intento de homicidio de su expareja, ocurrido en febrero del 2020 en Barracas, y podría recibir una pena de hasta 20 años de cárcel, a pesar de que aseguró haber sido víctima durante muchos años de violencia de género que no llegó a denunciar «por vergüenza, miedo y por no saber cómo hacerlo por su situación de vulnerabilidad».


La mujer, madre de cuatro hijos y con prisión domiciliaria desde hace más de un año, cuenta con el apoyo de distintas organizaciones sociales y feministas que pidieron antes del debate oral que la Justicia tenga en cuenta su «historia previa» y que el tribunal la absuelva.


Fuentes judiciales informaron que la mujer será juzgada desde el miércoles próximo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 18 por el delito de «homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa», cuya pena máxima es de 20 años de prisión.


En el debate, la mujer estará representada por los abogados Paolo Zaniratto y Jonathan Cano.


«Nosotros sostenemos la inocencia de Elisa, tenemos confianza de que la Justicia en esta instancia nos va a dar la razón porque creemos que las pruebas que hay son contundentes a favor de ella», dijo a Télam Zaniratto.

Historia previa


El letrado recordó que la acusada «venía sufriendo violencia de género por parte de su expareja y en ese contexto se llegó a esta situación, más allá de que no había realizado denuncias previas como la mayoría de las mujeres que lamentablemente no denuncian lo que padecen».


«Ella no pudo (denunciarlo) por miedo, por vergüenza, por no saber cómo hacerlo, ella es una persona en situación de vulnerabilidad, tuvo una vida muy dura, se crió en la calle pero pudo salir adelante», afirmó Zaniratto y añadió que «lamentablemente le tocó vivir estos sucesos».


El abogado indicó que «la supuesta víctima del hecho no se constituyó como parte en el expediente» y que en el juicio oral acusará la fiscalía.


En tanto, varias organizaciones como Soberana, Mala Junta y Atrapamuros impulsaron la campaña «Absolución para Elisa» y exigieron que en el juicio oral la mujer recupere la libertad.


«Cuando ves la Ley de Violencia de Género ella ha sufrido absolutamente todos los tipos: sexual, psicológica, económica, etcétera. Al margen de que Elisa es una mujer y pobre, ha vivido en la calle desde chiquita, abandonada. La campaña que se organizó es por la absolución y que tengan en cuenta su historia previa», aseguró Julieta Fernández, integrante de Mala Junta.


La mujer resaltó que la imputada «estuvo un mes y medio en la cárcel de Ezeiza y después le dieron la domiciliaria que cumple en el barrio de La Boca».

El hecho


Elisa fue imputada luego de que, el 14 de febrero del año pasado, fuera hasta el trabajo de su expareja en el barrio de Barracas a pedirle explicaciones porque se enteró que había sido padre con una persona cercana.


En esa ocasión, la mujer lo esperó en la vereda y mantuvo una discusión él hasta que ella le tiró una botella que llevaba en la cartera y que contenía diesel que había ido a comprar para cargar en su auto.


Según la defensa, «en ninguna instancia judicial se ha podido probar tanto la materialidad del hecho como la responsabilidad penal de nuestra defendida».


«La circunstancia demuestra que las pruebas en la causa son endebles y la mirada parcial de la justicia en primera instancia, desde donde la causa acumula irregularidades que debieron anular el proceso. Es por ello que en la etapa oral deberán salir a la luz y no habría otra solución mas justa que la absolución de Elisa», afirmó Zaniratto.