El carnicero que trabajaba en un supermercado chino ubicado en las calles Brandsen y Europa, Ituzaingó, se quitó la vida al colgarse de un cable en una de las heladeras frigoríficas del interior del comercio. Todo se descubrió a raíz de la consulta hecha por una clienta del local, que pretendía llevar productos de la carnicería.
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