El Senado de Puerto Rico prohibió el aborto desde las 22 semanas de gestación

La disposición que fue debatida ayer durante más de tres horas por las y los legisladores, obtuvo 16 votos a favor de los 14 necesarios.

El Senado de Puerto Rico aprobó un proyecto de ley que prohíbe el aborto después de las 22 semanas de gestación, bajo el argumento de que a partir de esa fecha todo embarazo es «viable», lo que despertó una serie de críticas.

Se considera como «viable todo lo concebido» en el vientre materno de 22 semanas o más de gestación, con excepción de algunos criterios que deberán ser determinados por el médico, informó el Senado en un comunicado, recogió la agencia de noticias Europa Press.

De acuerdo con esta disposición, debatida ayer durante más de tres horas por los legisladores y que obtuvo 16 votos a favor de los 14 necesarios, el Departamento de Salud deberá realizar un registro de abortos.

Para la senadora del partido conservador Proyecto Dignidad y presidenta de la comisión de Asuntos de Vida y Familia, Joanne Rodríguez Veve, el proyecto reconoce que «el derecho a la intimidad de la mujer no es uno absoluto» y que «encuentra sus límites frente a otros derechos como el de la vida».

Detalló que la disposición establece que «solo se podrá proceder con la terminación del embarazo si la madre está en peligro de vida o muerte o incapacidad severa; por anomalía fetal incompatible con la vida o por determinación médica de inviabilidad fetal».

De acuerdo con la legisladora, el texto incluye enmiendas como la eliminación del requisito del documento que tenía la firma de la mujer sobre el consentimiento informado o el requisito de dos médicos en los procedimientos de abortos tardíos.

Sin embargo, la medida no analiza los efectos de los casos de incesto ni las violaciones de niñas o jóvenes menores de edad y también eliminó la enmienda de parto inducido luego de las 22 semanas de gestación en caso de violación que se había acordado en el debate de la Asamblea Legislativa, precisó el diario El Nuevo Día.

Por su parte, la senadora del progresista Movimiento Victoria Ciudadana, Ana Irma Rivera, afirmó que «es un proyecto que implica el retroceso de los derechos de las mujeres».

«Pretende en Puerto Rico llevarnos a los 1800, crear obstáculos para que las mujeres tomen decisiones sobre su cuerpo. Nos preocupa que este proyecto vaya por encima de las recomendaciones de los paneles médicos, el Departamento de Salud y de Justicia», expresó Rivera, según el escrito del Senado.

En paralelo, la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, manifestó que la «imposición de la maternidad no deseada es una fuente de dolor y marginación».

Para el senador independiente José Vargas Vidot, el efecto de la disposición es «exponer a la persona que no tiene el recurso a arriesgar su vida». No estamos hablando de una epidemia de abortos, en Puerto Rico eso no existe», sentenció.

En Puerto Rico, un estado libre asociado de Estados Unidos, el aborto es legal sobre la base de la jurisprudencia que en 1973 dejó asentado el caso Roe vs. Wade, cuando la Corte Suprema determinó que el derecho de una mujer al aborto se incluía en el derecho a la privacidad, protegido por la Constitución y que no podrían imponerse restricciones excesivas a esa intervención.

Según un borrador filtrado en mayo, el máximo tribunal estadounidense podría derogar antes de fin de mes esa sentencia de 1973, que consagra el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en Estados Unidos.

Fuente: Télam