19 de abril de 2024

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El futuro del año pasado que viene

Telam SE

El futuro del año pasado que viene

Llega fin de año y además de pensar en el balance del año, además de pensar con quién vas a pasar la noche y de pensar con quién, aunque quisieras, NO vas a pasar la noche, uno se ve casi que forzado por las circunstancias a pensar en… el futuro.
Nada más traicionero que el futuro. (Bueno, si, hay varios y varias más traicioneros, pero no es momento de nombrarlos). Pero el futuro es traicionero porque cuando te querés acordar, el futuro pasó al pasado.

Es lógico e inevitable pensar y preocuparse por el futuro, porque allí pasaremos el resto de nuestras vidas. El problema es que el futuro es incierto. Lo único que les puedo asegurar sobre el futuro es que nunca es en colores. Como mucho se dice “un futuro negro”. Pero no hay futuros de otros colores. No hay futuro blanco, futuro verde o futuro fucsia. Tal vez alguien diga que hay un “futuro color de rosa”, pero ya nadie cree en esos futuros de Hello Kitty.

Ahora bien: El futuro, ¿existe? Hagamos una prueba empírica (práctica, un ejercicio… mirá Wikipedia, cualquier cosa). Prestá atención. Mirá: ahí viene el futuro… Ojo que viene… Fiummmm… Si miraste bien, te habrás dado cuenta que ese futuro ya pasó. Y ahora es pasado. Ni siquiera es presente.

Para que veas la profundidad de mis conocimientos científicos y los orígenes de mi sabiduría, voy a citar un capítulo de la serie Batman (la de los ‘60, la lisérgica, la buena) cuando El Acertijo le deja un mensaje al encapotado que decía “¿Qué es lo que siempre viene pero nunca llega?” ¡Y la Santa respuesta, Batman! “El mañana. Porque cuando llega es hoy”.

O sea. El futuro puede ser presente, pero puede ser pasado a la vez, y todo es más complejo que los viajes de Michael J. Fox en «Volver al Futuro». 

Debo reconocer que a mi no me interesa mucho el futuro: a duras penas puedo manejar mi presente, excepto el día que me pagan el sueldo. Ese día si avisoro el futuro y puedo adelantar que se me va a terminar la guita mucho antes de lo esperado.
Tampoco me gustaría saber demasiado del futuro. Sería super aburrido y previsible.

Además… ¿Quién me lo va a predecir? ¿Cómo creer que alguien te va a dar el secreto más importante de tu vida, con tan sólo abonarle 5000 mangos? Si puede predecir el futuro, ¿cómo es que esa persona todavía no es millonaria en Bitcoins?

O los que leen la borra del café… ¿Y si uno no toma café? Y si toma descafeínado, ¿tendrá un futuro más light? ¿No se puede saber el futuro leyendo el saquito del té? ¿Y con la yerba del mate? (Seguramente no, porque no es fácil mirar el fondo de un porongo).

¿Qué diantres tiene la borra del café que se puede predecir el futuro con ella? Yo lo único que te puedo decir es que si me servís café con borra, no me gustará. A mi dame un café bien hecho, sin borra. Es más: mientras no me lo dés frío, dámelo hasta sin futuro.

Pero… ¿se puede predecir el futuro? ¿Hay que tener poderes especiales para predecir el futuro? No señor. Ni siquiera hace falta una bola de cristal ni un turbante. Todos podemos predecir el futuro. 

Te doy ejemplos empíricos (porque supongo que ya leíste Wikipedia): 

* Hoy a la noche: no se va a ver el sol.  

* Mañana, será otro día.

* Y en no más de 30 días te va a llegar una factura de un servicio que te vas a querer cortar las venas con el sobre.
 
¿Viste? No es tan complicado. Y la vida está llena de situaciones en las que sabemos lo que va a pasar en el futuro. Más ejemplos:

* Cuando estás cortando con un cuchillo con poco filo y estás apoyando mal y te das cuenta que te vas a cortar… ¡y te cortás!

* Cuando comprás una birome o cuatro pilas “truchicel” en el subte por dos mangos, sabés que te va a durar poco. ¡Y te duran poco!

* Cuando te comés unas costillitas de cerdo a caballo con fritas, te bajás un tubo de tinto y de postre le das al flan mixto, no hay que ser Ludovica Squirru para saber que el hígado te va a patear. ¡Y te patea!

Lo que pretendo decir es que todos sabemos mucho más del futuro de lo que creemos. Y que todo se podría reducir a una simple predicción: hagas lo que hagas, si no te mandás la macana vos, ¡algún otro se va a encargar de jorobarte el futuro!

De cualquier manera, y sin pretender confundir a nadie, recuerden que estamos viviendo el presente, que a su vez, es el futuro de nuestro pasado. Y hoy es el pasado del futuro que es mañana, que vaya paradoja… pasado mañana, será pasado, no mañana.

En definitiva, antes de desearles feliz año y un promisorio futuro, les quiero decir que… si este es el futuro del pasado, el futuro… ya no es lo que era.

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