El Congreso de Estados Unidos inició hoy un receso de dos semanas, en medio de una fuerte polémica por la incapacidad de los legisladores para aprobar un paquete de estímulo fiscal, que permita hacer frente a la la grave crisis económica desatada por la pandemia de coronavirus.
«Estamos a millas de distancia en nuestros valores. Quizás los hemos confundido (a los republicanos) por alguien a quienes les importa. No es el caso. Estamos muy lejos», expresó la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, en declaraciones a los medios esta semana.
Antes de partir, los jefes de los distintos partidos intercambiaron acusaciones.
Los senadores abandonaron Washington hoy y no tienen previsto regresar hasta comienzos de septiembre, mientras que los miembros de la Cámara de Representantes habían dejado el Congreso días antes.
Antes de partir, los jefes de los distintos partidos intercambiaron acusaciones.
«Los líderes demócratas no han hecho ninguna concesión. No se han movido en sus demandas absurdas. Su juego partidista continúa. Y con ello el dolor del país, también», afirmó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
La propuesta de los demócratas prevé una ayuda de casi 3,4 mil millones de dólares mientras que los republicanos rechazan ampliar su plan de 1.000 millones de dólares.
Ante la falta de acuerdo, los estadounidenses con dificultades económicas solo cuentan con el respaldo de la ayuda lanzada el pasado fin de semana por el presidente, Donald Trump.
En uno de los decretos firmados por Trump se amplia el programa de prestaciones adicionales por desempleo pero reduce el monto de 600 a 400 dólares semanales y requiere que los estados asumen el 25% del gasto.
Otro aplaza hasta el 31 de diciembre los pagos retrasados de los créditos universitarios mientras que un tercer decreto ofrece una prórroga a los desalojos.
La cuarta, que el presidente trataba de impulsar hace tiempo sin éxito, estableció la suspensión hasta fines de año del impuesto a las ganancias para quienes cobren salarios anuales inferiores a 100.000 dólares y prometió perdonar las cantidades pendientes si era reelegido en noviembre.
Además, afirmó que buscarán rebajas permanentes a ese impuesto, que se usa para financiar la seguridad social y programas de sanidad.
Expertos aseguran que estas directrices son vulnerables desde el punto de vista legal, ya que solo el Congreso tiene potestad para aprobar estos desembolsos, y tardarán tiempo en hacerse efectivas pese a las necesidades perentorias de muchas familias.
Más de cinco millones de personas en Estados Unidos han contraído coronavirus y más de 165.000 han muerto por la enfermedad, según los últimos datos que recopila la Universidad Johns Hopkins.
Estos números convierten a Estados Unidos en el país más afectado por la pandemia, con unos 30 millones de personas dependientes de prestaciones por desempleo y un número similar en riesgo de perder su hogar.
I am ready to send more money to States and Local governments to save jobs for Police, Fire Fighters, First Responders, and Teachers. DEMOCRATS ARE HOLDING THIS UP!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 14, 2020
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