Canillitas correntinos encaran proyecto de creación de una  planta de reciclado de aparatos electrónicos

Con el apoyo de la Universidad Nacional del Nordeste, vendedores de diarios, revistas y afines de Corrientes, avanzan en su proyecto de creación de una planta de reciclado de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, como alternativa laboral frente a la crisis del sector que potenció la pandemia. Integrantes del Centro de Gestión Ambiental y Ecología (CEGAE), de la nueva Coordinación en Desarrollo Sostenible y Transición Ecológica de la UNNE, brindaron un taller de capacitación sobre el desarmado de los RAEE, su valoración, posibilidad de reutilización y de venta en el mercado.

“Este es un día histórico para nosotros. Porque es una muestra de cómo se ensambla la academia con la comunidad, en la búsqueda de soluciones, que en nuestro caso es generar otra fuente de trabajo”, dijo Luis Ortíz, referente de la Cooperativa “Familias de Canillitas Unidas del Taragüí” Ltda, que reunió a unas 40 familias que antes integraban el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas delegación Corrientes (SIVENDIA-Ctes).  

A partir del “Programa para el Desarrollo de la Economía Circular”, buscan una opción laboral para quienes durante años trabajaron como “canillitas”, pero se vieron seriamente afectados por la incesante disminución del nivel de venta de diarios, revistas y afines; y la pandemia Covid19.

Con el proyecto de “Recuperación y Reciclado de los RAEE y la Revalorización de los plásticos”, se proponen trabajar en la recolección, acopio, separación y tratamiento de los RAEE, de los cuales se buscará obtener los materiales valiosos, para su venta a un creciente mercado regional.

Pero la iniciativa tiene otro gran propósito: el de responsabilidad ciudadana y compromiso social y ambiental, a partir del aporte que harán a reducir significativamente el impacto ambiental negativo que genera la gestión inadecuada de los RAEE en la Ciudad y la Provincia de Corrientes.

En ese marco se inscribe el apoyo de la UNNE. Puntualmente desde el CEGAE, donde hace unos 10 años se viene trabajando en la temática RAEE. Por ejemplo con el programa “ECO-Compus”, que se impulsa junto a la Facultad de Ingeniería, y desde el cuál se promueve el recupero de equipos informáticos en desuso, de las distintas áreas de la UNNE; y la donación (de aquellos que pudieron ser recuperados), a escuelas, centros culturales, bibliotecas, comedores comunitarios y demás instituciones de la región que lo requieran.

Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) que no pueden ser recuperados, son clasificados y almacenados como aparatos en desuso, para luego ser trasladados a centros de disposición final ubicados en las ciudades de Córdoba y Buenos Aires.

El equipo del CEGAE también avanza en una línea de investigación para el diseño de una planta de tratamiento de RAEE, en el marco de la cual se elaboró un “Manual Operativo para la Instalación de una Planta de RAEEs Municipal”, que hoy resulta de utilidad para los “canillitas”. 

Así, a partir del conocimiento y experiencia acumulada, las y los profesionales integrantes del Centro, asesoran y capacitan a quienes integran la cooperativa. 

El pasado lunes 26 de septiembre se realizó un nuevo encuentro de trabajo. Una decena de ex “canillitas” llegaron hasta el Campus Resistencia de la UNNE, donde aprendieron “cómo identificar partes de equipos informáticos, desarmarlos y solucionar algunos inconvenientes”, explicó el magister Lucio Chiozzi, quien tuvo a su cargo el taller. 

El magíster Luis Pellegrino y Verónica Ramírez, también aportaron sus conocimientos y experiencia. Desde la Coordinación en Desarrollo Sostenible y Transición Ecológica de la UNNE, el magister Mario Berent dió la bienvenida a los presentes y ratificó “todo nuestro apoyo, nuestra colaboración desde la UNNE”.

“Lo que hacen ustedes es un ejemplo”, dijo y los felicitó por la iniciativa y las ansias de superación. “Estamos muy contentos de recibirlos, de poder ayudarlos, y espero que puedan aprovechar esta jornada”, agregó para dejar abierto el espacio de trabajo.

“Vinimos con muchas ganas de aprender y emprender. Y qué mejor que una universidad nos brinde este soporte formativo, y también para articular acciones, no sólo trabajar sino también promocionar, difundir la importancia de lo ecológico”, aseguró Ortíz.

“Les agradezco en nombre de toda la familia canillita”, agregó emocionado y transmitió el deseo de que “esto sea sólo dejar la semilla para una próxima acción, que permita seguir fortaleciendo el tema ambiental”.