Bomberos advierten que la «carga de fuego» del área metropolitana es «atroz»


María Gómez, titular del cuerpo voluntario de San Fernando, indicó que la «gran mayoría» de los incendios se generan «intencionalmente». «La gente no toma dimensión de la gravedad de la situación», aseguró y remarcó que en el Chaco se combinan factores ambientales, como la sequía y la falta de agua por la bajante en del río; con condiciones precarias para trabajar.


Tras el voraz incendio que consumió buena parte del depósito de automóviles que estaban bajo custodia de la Policía Caminera, la jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios San Fernando, María Gómez, instó a la comunidad a tomar conciencia de la difícil situación que atraviesa la provincia y al trabajo conjunto a los distintos organismos que pueden colaborar ya que este 2021 se estima que será «mucho más complicado» que el año pasado. «La mayoría de los incendios que estamos teniendo, son intencionales». «En una recorrida que hicimos por los barrios hace unos días atrás detectamos a gente con un mechero intentando prender fuego», alertó la especialista en declaraciones a Radio Provincia.


En ese marco, detalló que hay quemas ilegales que empiezan, por ejemplo, por la basura que se terminan desmadrando por la acción del viento. «La gente no dimensiona la gravedad de la situación, creo que tenemos que bajar a los centros de salud, las escuelas y los foros vecinales como para generar conciencia en la importancia de la prevención y sobre todo recordando que hay penas previstas para quienes incumplan con la normativa vigente», reflexionó.


Gómez contó que los incendios se están produciendo «en toda la provincia», y puso como  ejemplo el registrado recientemente en Paraje «El Tropezón», donde se pudo rescatar a dos ancianos del lugar; también en Colonia Benítez, donde se produjeron focos ígneos en dos campos; y en el área metropolitana, en Villa Fabiana norte y sur y en la zona del aeropuerto; sólo por citar los más importantes. «Lo que se prevé para este año es una situación dos veces más grave a la del año pasado, que fue terrible: nosotros tenemos las ganas, el conocimiento y el equipamiento pero necesitamos la colaboración de las otras instituciones y de la gente», exhortó.

Peligro latente


El incendio de este jueves dejó en evidencia una serie de problemáticas que van desde las condiciones de extrema precariedad con que trabajan los bomberos en toda la provincia, y en particular en el área metropolitana que cuenta con al alta «carga de fuego»; hasta la peligrosidad latente que significa acumular determinada cantidad de vehículos sin los cuidados mínimos como puede ser vaciar previamente los tanques de combustibles.


«Este es el cuarto año consecutivo que se incendia ese lugar, y si bien estamos esperando el peritaje, ayer tuvimos un viento importante y eso pudo haber contribuido», analizó Gómez


En es línea, relató que «lo que ocurrió en cercanías de la Alcaidía es que el fuego fue extremadamente grave» a tal punto que, según entendió, «puso en jaque a los bomberos» «Se estima que se quemaron entre 150 y 200 vehículos, con lo cual, queda claro el grave riesgo que corrieron los bomberos», expresó.


Los bomberos tardaron tres horas y media en controlar el fuego y luego quedó apostada la «guardia de cenizas» para evitar que el foco ígneo vuelva a reavivarse.

Falta de agua


El volátil escenario de sequía y altas temperaturas se suma a la grave situación generada por la histórica bajante del Paraná y los demás ríos que atraviesan la provincia, y hace que el líquido vital tenga una inédita escases. Sin embargo, Gómez remarcó que para los bomberos, la falta de agua no es una problemática novedosa. «El año pasado firmamos un acuerdo con Sameep, que nos entregó un plano con los 800 hidrantes que hay en la provincia, pero ninguno tiene hecho el mantenimiento correspondiente: hace más de cuatro años que no se hacen estos trabajos por lo que están fuera de servicio», planteó.


Por otra parte, indicó que «no toda la red de Sameep cuenta con la presión necesaria que requieren los bomberos a la hora de abastecer las unidades, pero además, algunos hidrantes cuentan salidas con medidas distintas a las mangas que utilizan los bomberos para succionar el agua». «En esos casos no nos queda más que hacer magia», ironizó. Por todos estos inconvenientes, los bomberos debieron improvisar, por ejemplo, cuando se incendió una depósito de refrigeración, en Puerto Tirol, donde tuvieron que recurrir a una laguna para abastecerse de agua.


De todas maneras, la jefa del cuerpo de Bomberos Voluntarios «San Fernando» valoró el aporte que realizó la empresa, poniendo a disposición camiones con agua, para mitigar el fuego en el depósito de automóviles que ardió este jueves.


Gómez advirtió que el Gran Resistencia tiene una «carga de fuego», entendida como las estaciones de servicio, las plantas de gas (distribuidas en distintos puntos), plantas de oxígeno y depósito de materiales peligrosos; es «atroz» porque además se suma la parte de pastizales que es «impresionante».


«No contamos con una buena red de incendio en toda la jurisdicción, se supone que cuando se habilita un comercio o un depósito éstos deben garantizar una buena red de incendio y eso no siempre pasa», aseguró.